TESTIMONIOS
Parte del Feedback que hemos recibido de nuestros alumnos, parte fundamental del desarrollo del proyecto ya que sin ellos nada de esto existiría.
Gracias totales porque son ustedes los verdaderos maestros!
Jorge Sacaan y Equipo canto.cl
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"Cantar siempre fue mi sueño, pero sólo el hecho de hacerlo me provocaba ansiedad y miedo, así que sólo me conformaba con la imaginación. Sentía que mi voz estaba atrapada dentro de mí y que no era una voz limpia, por lo que temía ser escuchada y la idea de cantar en público me daba terror. Pero cuando encontré este blog de canto y me metí a Vocal Coaching con la excusa de que el canto iba a servirme en mi futuro profesional, me di cuenta de que sí podría cumplir ese sueño que siempre había anhelado.
Pero todos los avances realizados en relación a la técnica vocal se consolidaron al complementarse con el taller Voz, Cuerpo y Alma, el cual me brindó una contención emocional y me ayudó a superar trancas relacionadas con mi voz, y desde ahí al fin encontré el camino hacia mi propia voz . El trabajo realizado transformó mi vida, y no sólo en el aspecto vocal, sino que también a nivel de autoestima. Aparte de haber encontrado mi propia voz, ésta se escucha más limpia, más llena y me siento mucho más segura de mi misma. Estoy muy agradecida por la ayuda que se me brindó y orgullosa del trabajo realizado. Son Vivencias 100% recomendables."
Pía Formas (Estudiante de Fonoaudiología). Participante de "Vocal Coaching" y "Voz, cuerpo, alma"
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"No solo ha sido un espacio muy agradable donde me he sentido respetada en mis diferencias y ritmos, con un grupo muy agradable, clima que ha sido facilitado por el profesor, sino que he aprendido mucho sobre técnica vocal y varias herramientas para ganar autonomía en el cuidado y uso de la voz fluido y placentero.
Excelente profe que sabe mucho y percibe con mucha agudeza los niveles de avance diferenciados de cada estudiante y no sólo sus niveles para dar la orientación para el paso siguiente, sino que también como ayudar a cada uno en particular a dar ese paso.
Excelente manejo de grupo para mantener la clase dentro de los objetivos planteados.
Excelente sistema de apoyo a la enseñanza mediante documentos on-line.
MUY RECOMENDABLE
Gracias !"
Cecilia Ferrera Leiva, Psicóloga. Participante del "Taller de Técnica Vocal"
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"El taller, con cada una de sus vivencias, la guía de Jorge y el hermoso grupo que se creó, me entregó más de lo que esperaba. Siento que incluso su nombre está bien elegido, ya que sentí que es el Alma dichosa quien se mueve con el Cuerpo y donde la Voz nace alegre y en confianza en este movimiento para ser compartido con los demás en un sentimiento de Unidad.
Soy ahora más consciente de mi propia voz, su timbre, tonalidad y volúmen.Y al ser consciente puedo ir manejándola mejor en los diferentes ámbitos que necesito de aquí en adelante. =)
Sé que aún me queda trabajo personal para ir afianzando mi voz, pero aquí volví a recordar como todo viene desde adentro y en eso continúo.
Este taller es una gran experiencia para volver a conectarse con uno mismo, sentirnos y escucharnos sin juicio alguno. Sólo hay que "ser" =)"
Anghelina. Participante de Taller "Voz, Cuerpo, Alma"
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Sinceramente contenta y agradecida de la experiencia vivida en el taller "Voz, Cuerpo y Alma". Me ayudó a conectar con mi creatividad y abrir una nueva ventana de expresión a través del canto a pesar de no tener experiencia anterior en esa área
Con el entusiasmo de lo aprendido decidí audicionar para un coro de música francesa, tomé el Vocal Coaching con muy poco tiempo de preparación y para mi sorpresa - y la de mi vocecita recién sacada a la luz del sol- fui aceptada. Hoy agradezco y admiro el trabajo de Jorge que logró sacarme trote en solo un par de semanas para realizar esta nueva e inesperada experiencia de expansión y creatividad
Muchas gracias!!
Gisela Ibarra (Terapeuta del Centro Wu Wei de Acupuntura y Artes Energéticas)
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"Hoy siento que mi voz es mas real, que hablo mas fuerte y mas claro y lo que mas me ha llamado la atención es que sin pensar mucho lo que voy a decir me sorprendo a mi misma de lo que digo y como lo digo. Quisiera decir gracias aunque en realidad quiero decir mas que eso....."
P.T. Participante de Taller "Voz, Cuerpo, Alma"
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"Lo que más me ha gustado y servido del curso es que si bien incluye teoría, es totalmente experiencial. La forma de incluir el trabajo con el cuerpo en el aprendizaje me ha servido para aprender a tomar conciencia de que si el cuerpo se relaja puedo cantar mejor. Además darme cuenta lo bien que hace cantar para la salud general, aumenta la motivación y también el disfrute. Los profesores promueven un ambiente fluido y lúdico de respeto, seriedad y confianza. La verdad es que ma encantado el curso!"
Marcela Montero (Psicóloga) Participante de "Taller de Técnica Vocal"
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El curso fue muy bueno, aprendí cosas como: la importancia de postura al cantar y el conocer mi propia voz a partir de una conexión con el cuerpo y alma, también algunas notas de conocimiento teórico.
Pero más que un curso fue una experiencia, experiencia que resulta incomprensible al ser explicada, puesto que solamente se comprende siendo vivida, experiencia de la que sólo podría balbucear que fue: renovadora, sanadora y hermosa."
Rolando Rodríguez Participante del "Taller Voz, cuerpo, alma"
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Excelente contenido del curso y herramientas para poder aprender y perfeccionar el canto armónico. La metodología y practica de la enseñanza es muy buena, no quedando dudas al respecto.
Muy buena onda y se nota que la misión del facilitador es brindar todo el conocimiento que posee.
Daniel Alfano (Piloto Comercial) Participante de "Taller de Canto Armónico"
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"Una maravilla, logré encontrar mi propia voz y su melodía y saben qué? ME ENCANTA!!!!"
Mauro Montenegro. (Dentista radiólogo) Participante de Taller "Voz, Cuerpo, Alma"
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"El taller de "voz, cuerpo y alma", no solo me sirvió para aprender a reconocer y a utilizar el instrumento que es la voz, si no que además me sirvió a poner énfasis en cosas que antes no me daba cuenta, que es integrar en la voz, el cuerpo y el alma conscientemente."
Karla Zùñiga R. (Trabajadora Social) Participante de Taller "Voz, Cuerpo, Alma"
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Curso muy integral, abarcando desde relajación, técnicas de respiración, recursos audiovisuales sobre funcionamiento de las partes del cuerpo que se utilizan en el canto, material para ejercicios, curso práctico con desarollo de técnicas que conllevan a emitir sonidos poco comunes o que nunca pense que podria producir, como son los del throat singing...
Pedro Soto (Analista de Sistemas) Participante de "Taller de Canto Armónico"
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Alma, cuerpo, voz
"Trato de hacer memoria y recrear paso a paso lo ha sido y es mi camino para encontrar mi propia voz. Hasta ahora sólo puedo recordar que deseaba cantar con todo mi ser, pero algo me lo impedía.
Cantar siempre fue algo que me fascinó, sin embargo hacerlo sólo me causaba frustración y dolor. No lograba entender qué era lo que faltaba. ¿Por qué mi resonancia era tan volátil y huidiza? ¿Por qué esta enorme necesidad de cantar y ese terrible miedo a alzar al voz? Algo en mi me decía que podía hacerlo, pero al abrir la boca me daba cuenta de que se veía mucho más fácil cuando lo imaginaba.
De alguna forma, esta búsqueda me llevó a explorar mis más íntimas trancas y debilidades, y también a descubrir las grandes fortalezas que se escondías tras ellas, esperando a salir, esperando cantar a toda voz.
Creo que mi primera luz fue Stanislaski. Ni si quiera recuerdo qué libro era, pero mostraba cómo este actor, logró ubicar su voz haciendo ejercicios con murmurados, con la letra “m”. Hizo muchos “mmm….” Antes de abrir la boca para cantar, y eso tuvo mucho sentido para mí.
Luego, una gran luz fue Serge Wilfart. Por primera vez me doy cuenta de que “mi propia voz” andaba perdida en el espacio… ¿cómo iba antes a encontrar algo que no sabía que estaba perdido? Ahí empezó la búsqueda de algo más concreto: “La búsqueda de mi propia voz”. No tenía voz. Iba y venía. Pero... ¿por qué? Sentía que tenía mucho que ver con mi estado de ánimo.
Precisamente buscando en Chile a alguien que conociera el método de Serge Wilfart, fue como encontré a mi próxima luz, Jorge Sacaan. Él me abrió la puerta hacia mí, me ayudó a darme cuenta que cantar tenía que ver con técnica, pero también con el alma, con navegar en uno mismo y conocerse un poco más, y creo que eso me asustó en ese entonces, así que olímpicamente huí. Era demasiada información valiosa, era como enseñarle a saltar a un niño que aun no sabe caminar. Colapsé. En esa etapa alcancé a darme cuenta de lo increíblemente tensa que estaba y a intentar averiguar por qué me pasaba eso. Huí pero sus clases trascendieron y fueron madurando en los siguientes meses y años.
Escuchar a mi cuerpo y a mi alma era demasiado difícil con la cantidad de ruido que hacía mi mente en ese momento. Hasta el momento sólo tenía preguntas, algunas respuestas y ninguna razón. Pero sin darme cuenta lentamente me acercaba a lo que tanto buscaba.
Canté, patudamente en doblaje…y fue como parir quintillizos. Tal vez porque no era lo suficientemente patuda. Ahora que miro hacia atrás, entiendo a nivel mental la diferencia entre “tratar de hacer algo y sólo hacerlo”. ¿Tratar de cantar o cantar? Sin embargo sólo lo había entendido con la mente. Aun no estaba lista para entregarme a la vida. Pero.. ¿Por qué tanto miedo a entregarme a la vida?
A estas alturas, la búsqueda me había agotado a niveles peligrosos. Me sentí muy mal, más deprimida que de costumbre, y todo parecía ser porque no era capaz de cantar! tenía que haber más cosas detrás de eso. Mi mundo se caía a pedazos pero había demasiadas cosas buenas como para dejarlo desmoronarse. Pasé por el Prozac, pero al poco tiempo me di cuenta de que era algo más profundo que una simple pastilla… lo dejé… estuve peor… y fue ahí cuando Ángel, la niña de las flores apareció en mi vida para calar muy hondo. Las flores de Bach hicieron en un par de meses lo que el prozac no logró en un año. Otro hito en mi búsqueda, sin duda. Las flores me fueron limpiando el camino de vuelta casa… a mi misma. Había buscado tanto en la dirección equivocada que ya me había alejado demasiado de mí. Por fin, me doy cuenta de que no se trata de huir, sino de enfrentar a la mente y hacerla callar para tratar de oír lo que murmura lo más profundo de uno.
Pero… qué tenía que ver todo esto con mi dificultad para cantar? Tenía TODO que ver. En ese momento, al ser capaz de acallar un poco a la mente, estaba más receptiva y saqué bastante provecho de las lecciones de técnica vocal que generosamente me entregó una gran amiga y gran cantante. Pero aun no estaba lista para la técnica pura. Lo que yo necesitaba era una “terapia vocal”. Con un poco de pudor, pero segura de que esta vez sería capaz de recibir y de integrar enseñanzas, volví a Jorge Sacaan. La Natalia de hace unos años y la que ahora volvía a sus manos, eran muy distintas. Lo único que había cambiado era que ya no escuchaba tanto a mi mente, por que estaba más llana a recibir, integrar y practicar, sin juzgarme ni prejuzgarme tanto como antes. Ahora podría sacar provecho de sus enseñanzas. Cuales? Muchísimas y una sola a la vez. Ser. Ser yo misma. Pero quién era esa? Había huido tanto de ella que ya ni siquiera la reconocía. Es aquí donde me golpean en forma práctica todo lo que las flores habían sacado a relucir. Y la mezcla entre las flores y jorge fue lo mejor que me pudo pasar.
Relajación – Conexión con uno mismo- Concentración } No escucho a la mente.
¿Qué me impide entrar en este estado?
La bulliciosa mente. Esa mente que por razones de crianza o lo que sea, te dice “no vas a poder hacerlo”, “no puedes equivocarte”, “mejor no lo hagas, podrías equivocarte y quedar en ridículo”. (Tus zonas erróneas)
La mente es útil para ejercicios prácticos puntales de visualización, pero en cualquier otro momento, mandarla a callarse, porque el cuerpo saber cantar lo que quiere decir el alma, es la mente la que no nos deja escucharnos. El cuerpo necesita estar conectado con el alma, no con la mente.
Cuando fui capaz de acallar mi mente, muchas cosas buenas empezaron a pasar. Andar con la mente a cuestas es como llevar una radio gigante al hombro todo el día. Opinando, interfiriendo, molestando a fin de cuentas.
Conozco a una de esas personas que abren la boca y cantan maravilloso sin esfuerzo alguno desde que era niña. Un día le pregunté. ¿Tú siempre has cantado bien?
Y me dijo- Sí desde chiquitita, pero lo hacía porque me nacía, no sabía que cantaba. Le pregunté entonces si no había teorizado al respecto y me dijo “para cantar sólo tienes que hacerlo”. Es increíble que una teoría que a mí me tomó la mitad de mi vida descubrir… ella la tuvo desde que nació… tal vez yo también lo sabía y lo había olvidado o bloqueado o reprimido por alguna razón. De hecho creo que todos lo sabemos, pero las experiencias, la crianza, etc. Nos van moldeando de cierta forma. Tal vez a ella nunca la hicieron callar, y eso le permitió fluir de forma natural.
Claro, a mí me pasaba que estudiaba mucho sobre cantar en libros, pero no me atrevía a poner en práctica nada de eso. Pero la única forma de que el cuerpo “memorice” la propia voz para no tener que buscarla nunca más, es dejándolo fluir, dejándolo aprender del ensayo y error. Cuando eso sucede desde que somos pequeños, nunca se nos olvida, pero si se ve interrumpido en alguna etapa del desarrollo, después cuesta mucho encontrarla o recordarla. Al final, mi voz… mi canto… es el barómetro que mide qué tan conectada estoy conmigo misma. Por eso todo parecía tratarse de cantar, porque detrás de eso estaba todo mi latente pasado, esperando con una caja de Pandora llena de razones. Por fin tenía las mismas miles de preguntas, miles de respuestas y una sola razón: estaba lejos de mí, desconectada.
Cantar siempre fue algo que me fascinó, sin embargo hacerlo sólo me causaba frustración y dolor. No lograba entender qué era lo que faltaba. ¿Por qué mi resonancia era tan volátil y huidiza? ¿Por qué esta enorme necesidad de cantar y ese terrible miedo a alzar al voz? Algo en mi me decía que podía hacerlo, pero al abrir la boca me daba cuenta de que se veía mucho más fácil cuando lo imaginaba.
De alguna forma, esta búsqueda me llevó a explorar mis más íntimas trancas y debilidades, y también a descubrir las grandes fortalezas que se escondías tras ellas, esperando a salir, esperando cantar a toda voz.
Creo que mi primera luz fue Stanislaski. Ni si quiera recuerdo qué libro era, pero mostraba cómo este actor, logró ubicar su voz haciendo ejercicios con murmurados, con la letra “m”. Hizo muchos “mmm….” Antes de abrir la boca para cantar, y eso tuvo mucho sentido para mí.
Luego, una gran luz fue Serge Wilfart. Por primera vez me doy cuenta de que “mi propia voz” andaba perdida en el espacio… ¿cómo iba antes a encontrar algo que no sabía que estaba perdido? Ahí empezó la búsqueda de algo más concreto: “La búsqueda de mi propia voz”. No tenía voz. Iba y venía. Pero... ¿por qué? Sentía que tenía mucho que ver con mi estado de ánimo.
Precisamente buscando en Chile a alguien que conociera el método de Serge Wilfart, fue como encontré a mi próxima luz, Jorge Sacaan. Él me abrió la puerta hacia mí, me ayudó a darme cuenta que cantar tenía que ver con técnica, pero también con el alma, con navegar en uno mismo y conocerse un poco más, y creo que eso me asustó en ese entonces, así que olímpicamente huí. Era demasiada información valiosa, era como enseñarle a saltar a un niño que aun no sabe caminar. Colapsé. En esa etapa alcancé a darme cuenta de lo increíblemente tensa que estaba y a intentar averiguar por qué me pasaba eso. Huí pero sus clases trascendieron y fueron madurando en los siguientes meses y años.
Escuchar a mi cuerpo y a mi alma era demasiado difícil con la cantidad de ruido que hacía mi mente en ese momento. Hasta el momento sólo tenía preguntas, algunas respuestas y ninguna razón. Pero sin darme cuenta lentamente me acercaba a lo que tanto buscaba.
Canté, patudamente en doblaje…y fue como parir quintillizos. Tal vez porque no era lo suficientemente patuda. Ahora que miro hacia atrás, entiendo a nivel mental la diferencia entre “tratar de hacer algo y sólo hacerlo”. ¿Tratar de cantar o cantar? Sin embargo sólo lo había entendido con la mente. Aun no estaba lista para entregarme a la vida. Pero.. ¿Por qué tanto miedo a entregarme a la vida?
A estas alturas, la búsqueda me había agotado a niveles peligrosos. Me sentí muy mal, más deprimida que de costumbre, y todo parecía ser porque no era capaz de cantar! tenía que haber más cosas detrás de eso. Mi mundo se caía a pedazos pero había demasiadas cosas buenas como para dejarlo desmoronarse. Pasé por el Prozac, pero al poco tiempo me di cuenta de que era algo más profundo que una simple pastilla… lo dejé… estuve peor… y fue ahí cuando Ángel, la niña de las flores apareció en mi vida para calar muy hondo. Las flores de Bach hicieron en un par de meses lo que el prozac no logró en un año. Otro hito en mi búsqueda, sin duda. Las flores me fueron limpiando el camino de vuelta casa… a mi misma. Había buscado tanto en la dirección equivocada que ya me había alejado demasiado de mí. Por fin, me doy cuenta de que no se trata de huir, sino de enfrentar a la mente y hacerla callar para tratar de oír lo que murmura lo más profundo de uno.
Pero… qué tenía que ver todo esto con mi dificultad para cantar? Tenía TODO que ver. En ese momento, al ser capaz de acallar un poco a la mente, estaba más receptiva y saqué bastante provecho de las lecciones de técnica vocal que generosamente me entregó una gran amiga y gran cantante. Pero aun no estaba lista para la técnica pura. Lo que yo necesitaba era una “terapia vocal”. Con un poco de pudor, pero segura de que esta vez sería capaz de recibir y de integrar enseñanzas, volví a Jorge Sacaan. La Natalia de hace unos años y la que ahora volvía a sus manos, eran muy distintas. Lo único que había cambiado era que ya no escuchaba tanto a mi mente, por que estaba más llana a recibir, integrar y practicar, sin juzgarme ni prejuzgarme tanto como antes. Ahora podría sacar provecho de sus enseñanzas. Cuales? Muchísimas y una sola a la vez. Ser. Ser yo misma. Pero quién era esa? Había huido tanto de ella que ya ni siquiera la reconocía. Es aquí donde me golpean en forma práctica todo lo que las flores habían sacado a relucir. Y la mezcla entre las flores y jorge fue lo mejor que me pudo pasar.
Relajación – Conexión con uno mismo- Concentración } No escucho a la mente.
¿Qué me impide entrar en este estado?
La bulliciosa mente. Esa mente que por razones de crianza o lo que sea, te dice “no vas a poder hacerlo”, “no puedes equivocarte”, “mejor no lo hagas, podrías equivocarte y quedar en ridículo”. (Tus zonas erróneas)
La mente es útil para ejercicios prácticos puntales de visualización, pero en cualquier otro momento, mandarla a callarse, porque el cuerpo saber cantar lo que quiere decir el alma, es la mente la que no nos deja escucharnos. El cuerpo necesita estar conectado con el alma, no con la mente.
Cuando fui capaz de acallar mi mente, muchas cosas buenas empezaron a pasar. Andar con la mente a cuestas es como llevar una radio gigante al hombro todo el día. Opinando, interfiriendo, molestando a fin de cuentas.
Conozco a una de esas personas que abren la boca y cantan maravilloso sin esfuerzo alguno desde que era niña. Un día le pregunté. ¿Tú siempre has cantado bien?
Y me dijo- Sí desde chiquitita, pero lo hacía porque me nacía, no sabía que cantaba. Le pregunté entonces si no había teorizado al respecto y me dijo “para cantar sólo tienes que hacerlo”. Es increíble que una teoría que a mí me tomó la mitad de mi vida descubrir… ella la tuvo desde que nació… tal vez yo también lo sabía y lo había olvidado o bloqueado o reprimido por alguna razón. De hecho creo que todos lo sabemos, pero las experiencias, la crianza, etc. Nos van moldeando de cierta forma. Tal vez a ella nunca la hicieron callar, y eso le permitió fluir de forma natural.
Claro, a mí me pasaba que estudiaba mucho sobre cantar en libros, pero no me atrevía a poner en práctica nada de eso. Pero la única forma de que el cuerpo “memorice” la propia voz para no tener que buscarla nunca más, es dejándolo fluir, dejándolo aprender del ensayo y error. Cuando eso sucede desde que somos pequeños, nunca se nos olvida, pero si se ve interrumpido en alguna etapa del desarrollo, después cuesta mucho encontrarla o recordarla. Al final, mi voz… mi canto… es el barómetro que mide qué tan conectada estoy conmigo misma. Por eso todo parecía tratarse de cantar, porque detrás de eso estaba todo mi latente pasado, esperando con una caja de Pandora llena de razones. Por fin tenía las mismas miles de preguntas, miles de respuestas y una sola razón: estaba lejos de mí, desconectada.
Lo demás es técnica y práctica, pero para eso, el camino debe estar despejado, la mente en silencio, el cuerpo sintiendo y el alma cantando.""
Natalia Valdebenito Participante de "Vocal coaching"
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"El taller fue muy bueno, en todo los aspectos, todas las clases y el desarrollo entretenido, el profe acogedor y con buen manejo del grupo, participar en grupo valioso para mi, también fue muy positivo aprender conceptos básicos para manejar mi voz, ejercicios de relajación y respiración, y calentamiento de la voz, todo me ha ayudado para poder cantar mejor... sin lastimarme las cuerdas vocales. Se aprovecha mejor si se practican los ejercicios, y se dedica algún tiempo entre clase y clase, para revisar las notas de clases. En resumen excelente!!"
Paulina Ruíz. Participante de Taller "Voz, Cuerpo, Alma"
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"En el entendimiento de que es un curso introductorio. Se cumplieron todos las mis necesidades respecto al tema: buenas prácticas, buen material escrito y audiovisual, buena onda, un rico té, pero sobre todo, las herramientas necesarias para seguir practicando y mejorando. Gratitud."
Julio Andrés Pérez Labra
Músico y profesor de matemáticas y física. Participante de "Taller de Canto Armónico"
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"Desde el comienzo fue una gran experiencia el tener la oportunidad de explorar las posibilidades de que tiene la voz del ser humano, fue una conexión "mágica" con mi instrumento, con lo que siempre estuvo ahí a mi disposición. Valoro muy positivamente además el encuentro con otras personas y sus aprendizajes en el grupo del taller, no se trató sólo de un taller de técnica."
Iván Ramírez (profesor). Participante de "Taller de Canto Armónico"
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"El taller se desarrolló en un ambiente muy grato. El lugar es ad hoc ya que ofrece comodidad y calidez.
Jorge domina las técnicas muy bien y sabe entregarlas de manera que el aprendizaje sea gradual.
Un gran abrazo y muchas gracias."
Daniel Valenzuela Lillo. Docente de Acústica en la Escuela de Fonoaudiología de la Universidad Mayor.Participante de "Taller de Canto Armónico"
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"He aprendido a reconocer el lugar de mi voz en la vida cotidiana, a respetar sus manifestaciones y sus silencios.
A reconocer el lugar de mi voz en mi cuerpo, a ser cuidadosa con el instrumento, a fonar mas correctamente comprendiendo la importancia del aire que circula y asimismo la función del cuerpo en el procedimiento. También acerca de afinación, ritmo y apreciación musical y vocal.
Finalmente he aprendido sobre la confianza en uno mismo, que empieza en el reconocerse y reconocer a los demás."
María José F.Guajardo (Estudiante de la Voz y otros instrumentos.)
Participante de los talleres: "Voz, cuerpo, alma" "Canto popular" y "Canto Armónico"
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"En este ultimo periodo sumada a la propuesta de Jorge pedí salir de mi zona de confort en los aprendizajes y avanzaR mas alla...
esto se ha cumplido a cabalidad, he logrado dar con notas que nunca pensé dar, contener la voz y poder controlar mucho mejor la modulación del sonido, que en mi naturaleza era más de... mmm catársis?.Contener la respiración y la voz, es contener la emoción.
Los ejercicios el conocimiento entregados me ayudan a tener mayor conciencia de mi cuerpo en tanto instrumento y a descubrir sutilezas de las estrcturas que determinan manifestaciones diferentes. Esto es imposible de lograr sin un maestro que con cariño y profesionalismo te conduzca, no sólo sobre saberes de terceros, sobre mi estructura, mis fortalezas y lmitaciones. Un profesor de canto se enfrenta siempre a un instrumento complejo y diferente cada vez, para que el sonido sea bello, debe caminarse por el sendero del contacto con la belleza propia."
Cecilia Ferrera (Psicologa, Magister en educacion Psicoteuta somática)
Participante del taller de Canto popular
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"Reconocer mi voz, como funciona, las diferentes técnicas tanto de relajación como de aplicación vocal. Ha sido fundamental el trabajo grupal, el compartir tu voz con otros ha sido una experiencia única y maravillosa."
Angelica. Participante de los talleres: "Voz, cuerpo, alma" "Canto popular" y "Canto Armónico"
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"He aprendido a conocer mi voz. Ha quererla mucho más, ha aceptarla, a reconocerme y superar muchas inseguridades en cuanto a la expresión. Y me doy cuenta de que todavía hay mucho que conocer, descubrir, querer, amar de mi voz y de mi mismo."
S.A. (Psicólogo). Participante del taller: "Voz, cuerpo, alma"
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"He retomado el canto mejorando en las técnicas de respiración y relajación de la voz.También ha sido valioso el contacto grupal porque se logra mucha confianza y aprecio."
Lucrecia Brito Vásquez (Analista de Bienestar de la Tesoreria General de la República.)
Participante de los talleres: "Voz, cuerpo, alma" y "Canto Popular"
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